lunes, 26 de agosto de 2013

Capítulo 2 -Parte 1-


Pi-pi-pi-pi-pi, la alarma empezó a sonar. Eran las siete de la mañana cuando Paula se levantaba de la cama. Abrió su armario y cogió una sudadera Pepe Jeans, unos tejanos y unas bailarinas. Se fue al baño a ducharse, al terminar se puso la ropa que había cogido y se pintó la raya de los ojos. Se fue hacía la cocina que preparó un vaso de café con leche y un bizcocho que había hecho su madre el día anterior. De repente escuchó unos pasos. Se giró y vio a sus hermanas, Arantxa y Sonia, detrás de ella. Sonia la mayor de ellas le dijo a Paula:
-Buenos días Paula.
-Buenos días-dijo Paula.
Se levantó de la silla, cogió su bandolera y se fue por la puerta despidiéndose con la mano. Cogió el bus y se sentó en el asiento del lado de la ventana mientras iba viendo la gente que iba a hacer sus responsabilidades. Miguel subió en la siguiente parada, saludó a Paula y se sentó a su lado. Las ocho y veinticinco de la mañana, Paula y Miguel entraban por la puerta principal del instituto. Allí vio a Cristina, su mejor amiga. Que la llamó para entrar juntas y Paula contarle el notición. Al enterarse Cristina se quedó de piedra y abrazó a Paula.
-¡Tía al fin estás con Miguel!-dijo Cris
-Pues sí.
-¿Y, tus padres saben algo?- preguntó la amiga
-Ni mis padres ni mis hermanas y tampoco sé cómo decírselo-dijo Paula con miedo.
Las dos se quedaron pensando cómo Paula se lo diría a su familia. Pero ninguna de las dos tuvo una idea muy buena. Se sentaron en el pupitre del instituto. Como no quien estaba al lado de Paula era Miguel y detrás de ella Cristina. Paula sacó la libreta para apuntar los esquemas que iba haciendo el profe cuando se encontró un papel que ponía: Para mi princesa, Miguel. Paula sacó una sonrisa de oreja a oreja durante las horas de la mañana. Riiiing el timbre del instituto sonó y todos se levantaron rápido para irse a casa. Cristina iba cogida del brazo de Paula cuando Miguel le presentó un beso en sus labios. Al llegar a casa se enteró de que había un concurso para ser modelo durante un año patrocinando la marca de zapatos Coolway y como no a Paula le encantó y leyó lo que tenía que hacer: 3 fotos con un look. Llamó rápidamente a Miguel para quedar mañana para que le hiciera las fotos para ese concurso. Miguel como no aceptó el deseo de Paula. Esa tarde Paula estuvo buscando su mejor conjunto, maquillaje y zapato. Al final dio con las tres cosas: llevaría una americana roja de Zara, una blusa blanca, unos tejanos y unas Oxford rojas. Tenía decidido que resaltaría en su rostro: sus labios. Los ojos llevarían la raya con una sombra suave, un colorete rojo y los labios marcados de rojo pasión. Pues así fue, Miguel le hico unas cuantas fotos para que Paula pudiera coger sus tres fotos favoritas y así presentarse al concurso.
Era 18 de junio cuando le llegó un correo electrónico de Coolway. Paula hizo clic encima del mensaje y empezó a leer el correo. De repente empezó a gritar y su familia fue a ver qué pasaba.
-¡Mamá he ganado el concurso!- dijo Paula sacando una sonrisa.
La madre de Paula se quedó sin decir nada porque no se lo podía creer. Sus hermanas dijeron:
-¡Tenemos una modelo en la familia!
-No me lo puedo creer mi sueño se ha hecho realidad-dijo Paula emocionada.
-¿Cuando tienes que estar en el aeropuerto?-dijo su madre.
-Aquí pone que mañana a las 8 de la mañana porque a las 10 sale el vuelo.

viernes, 16 de agosto de 2013

Capítulo 1:

Paula era una chica tímida y con gran sentido a la moda pero nunca se atrevía a dar el paso para lucir sus conjuntos y su tipo. Era una chica que hacía un metro setenta de altura, con sus cincuenta y cinco  quilos, una larga melena marrón caoba, sus dientes blancos y rectos y sus ojos verde esmeralda que los ocultaba detrás de unas gafas negras Ray-Ban. Ella vivía con su madre ya que, sus padres estaban separados pero, ella igualmente iba a visitar a su padre y él se preocupaba mucho por ella. Paula tenía un blog que llevaba escribiéndolo desde hacía un par de años. Cada día iba viendo como las visitas, comentarios y seguidoras iban subiendo. ¿Cómo no? Una chica tan bonita como ella haciendo de modelo con sus conjuntos que solamente se los ponía cuando se hacía la sesión  de fotografía en el jardín de su casa. El fotógrafo era su mejor amigo, Miguel, ya que él le encantaba el mundo de la fotografía y tenía pensado en hacer una carrera sobre eso. Paula llevaba un año detrás de Miguel, un chico rubio, de ojos color caramelo, un metro ochenta y cinco y con su peca encima de su linda sonrisa. Paula no lo sabía pero Miguel también estaba enamorado de ella pero nunca se atrevía a decírselo por miedo en que ella le dijera que no y romper su buena amistad. Cuando Miguel le hacía las fotos se moría en ver a la chica de sus sueños delante de él tan radiante y que en el instituto no tiene valor en ponerse esos conjuntos y hacer callar a la celosa de la clase. Paula se sentía muy cómoda con Miguel cuando hacían las sesiones porque nadie trata a una persona con tanta dulzura como él y hasta tenía ganas de abalanzarse hacía él para darle un beso y decirle lo que siente realmente por él. Un 4 de mayo Paula llamó a Miguel para que le hiciera fotos para su nueva publicación en su blog. Paula iba con unos pitillos de Pull&Bear, una blusa color rojo pasión de Mango, unas cuñas azules y con unos labios rojo pasión que hacía que su sonrisa fuera más perfecta de lo que ya era. Miguel se quedó perplejo en verla, ¡Estaba preciosa! De ese día no pasaba- decía Miguel para sí. Acabaron la sesión y se sentaron en el balancín que había al lado de la piscina. Mientras iba sonando Tanto, una canción de Pablo Alborán que Paula había puesto en su iPhone. Miguel cogió de la mano a Paula y mirándola fijamente a sus ojos le dijo: Te quiero. Paula no se lo podía creer, pensaba que estaba durmiendo y que todo eso era un sueño. Entonces Miguel cogió y le dio un beso. Cuando se separaron, Paula se río.
-¿Qué pasa?- dijo Miguel.
-Pues que tienes carmín rojo en los labios.
-Pues no sé qué he hecho para que tenga carmín seguramente he besado a una chica guapa que iba con los labios pintados-decía mientras reía.
-¿Así? ¿Y quién era?-decía Paula de manera irónica.
-Pues no se creó que lo voy a averiguar-dijo Miguel cuando volvió a besar a Paula.
-¡Eh! Tiempo muerto detective que voy a beber algo que estoy sedienta-añadió Paula para finalizar el beso.
Paula se levantó del balancín y fue en busca de una Coca-Cola con dos pajitas.
-¿Quieres?-enseñando la lata a Miguel.
-Vale.
-Pues no porque es para mí-dijo Paula.
Entonces Miguel le empezó a hacer cosquillas exigiéndole a Paula un poco de la bebida. Paula cogió y saco un pañuelo blanco y diciendo:
-Me rindo te doy un poco.
-Gané-dijo Miguel a la vez que iba riendo.
Las ocho de la tarde y Miguel ya no estaba. Aún tiene el sabor de sus labios en los suyos. Entró en su habitación y encendió su Mac, abrió el programa para retocar las fotos de esa tarde y abrió su reproductor de música. Iba retocando las fotos mientras iba pensando en esa tarde. Cuando de repente entró su hermana pequeña:
-Paula, ¿Dónde estar el suéter que te deje anteayer?-dijo Arantxa en tono borde.
-Pues no lo sé Arantxa creo que mamá lo puso para lavar.
-Eres una irresponsable. No te dejaré nunca más mis cosas.
-Arantxa tranquilízate que el suéter está en la cesta de la ropa sucia-añadió Paula.
-Bobadas-dijo Arantxa que se iba con mala cara.

Paula se giró y se puso otra vez delante del ordenador. Solo le faltaba retocar la última foto para poderla subir en su blog. Ya está. Paula sonrió y salió de la habitación para ir a cenar. Al terminar la cena se puso el pijama, echó una ojeada a su blog y se fue a dormir.